miércoles, 28 de agosto de 2024

Sudor

 

Hilario, de profesión ingeniero militar, tenía un talento especial para coleccionar cosas, su colección completa más célebre fue de billetes de tranvía y autobús capicúas de los años 50 y 60 de Barcelona. Su hambre de conocimientos lo llevó a sumergirse en la inabarcable cultura egipcia y de ahí le vino su interés en la evolución del ser humano para dar respuesta a las filosóficas preguntas ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos? y ¿A dónde vamos?

Uno de los domingos que fue a la plaza Real a cambiar capicúas para su colección le llamó la atención un puesto que no recordaba haberlo visto antes, era un espacio dedicado a la evolución humana. Movido por su curiosidad empezó a ojear los libros que allí se exponían y al final compró uno titulado “Sudor” de un tal Condestable. No tenía ni idea de quién era el autor. Se llevó a casa para devorarlo en una noche como en él era habitual.

            El índice ya era una declaración de intenciones al dividir el ensayo en las tres preguntas filosóficas que la humanidad trata de dar respuesta.

            Capítulo 1.- ¿De dónde venimos? En el Mioceno, los humanos se separaron de los chimpancés hace 7 millones de años. El 30 de Noviembre de 1974, Donald Johansson descubrió a Lucy en Hadar (Etiopía), un Australopithecus afarensis que vivió hace 3,18 millones de años. Era bípeda, se movía con las dos extremidades inferiores para dejar libres las manos y con ello dar comienzo al crecimiento del cráneo y todas sus consecuencias.

Capítulo 2.- ¿Quiénes somos? Somos animales bípedos que evolucionaron desde Lucy hasta nuestros días. El pelo del cuerpo lo perdimos para podernos refrigerar con el sudor cuando empezamos a cazar en las horas más calurosas del día evitando la competencia con otros carnívoros. Al perder el pelo las crías no se podían agarrar a la madre para su transporte, pero las manos de ella hacían ese papel. La mayoría de los seres de sangre caliente tienen pelaje, plumas o pelo. Cualquier humedad o sudor quedaría atrapado allí. Entonces, la mayoría de las criaturas no pueden transpirar.

            Capítulo 3.- ¿A dónde vamos? Venimos de animales que al principio no sudaban para llegar a seres que sudan para refrigerar el cuerpo. La dirección es clara, el siguiente paso evolutivo, para refrigerar una mayor capacidad craneal, es un humano calvo.

            Hilario cerró el libro y se puso a dormir para el día siguiente ganarse el pan con el sudor de su frente.

lunes, 24 de junio de 2024

La noche de San Juan

 

Ada dudaba si saltar sobre la hoguera que habían encendido sus amigos en la playa de la Barceloneta o recurrir a una excusa nada convincente para no hacerlo. Al final predominó su espíritu aventurero y saltó. Durante el salto, por encima de unas llamas que parecían buscar sus pies descalzos, el tiempo se detuvo.

Alrededor de la hoguera ya no estaban sus amigos, en su lugar había unos homininos que por sus estudios en paleoantropología identificó como denisovanos. Estaban hablando entre ellos en un lenguaje que extrañamente podía entender. Se contaban historias de caza, de recolección de plantas, de cómo la naturaleza les ofrecía tanta belleza y riquezas y cómo una especie invasora, el homo sapiens, los estaba desplazando. Ante su avance no podían plantarles cara sin faltar a sus principios de armonía con la biosfera a pesar de que lo que ellos llamaban magia estaba mucho más avanzada que la tecnología de los sapiens.

Era una reunión de crisis en la que se decidirían los pasos a seguir en el futuro. Por unanimidad se optó por esconderse y vigilar el comportamiento de los invasores, eliminarían todo rastro de su existencia para evitar encuentros desafortunados, principalmente para los sapiens y se ocultarían en lugares de difícil acceso como el fondo de los océanos, interior de los volcanes, la Antártida etc..

La vigilancia consistiría en espiarlos sin que ellos se dieran cuenta y guiarlos por el buen camino según sus principios de simbiosis con la naturaleza y el medio ambiente. En un instante pasaron miles de años y Ada pudo ver la influencia de los denisovanos en las distintas religiones y la ciencia de los seres humanos.

Desgraciadamente, según los denisovanos, el homo sapiens se ha convertido en la actualidad en una especie invasora altamente dañina para la vida en la tierra, por su número y sus actos. En esta última reunión se debatía la forma de retornar a los orígenes como en el pasado (el gran diluvio), se barajaron distintas acciones, un cambio climático brusco, una pandemia, un asteroide, una gran tormenta solar que destrozara todos los satélites y redes eléctricas quedándose la humanidad sin lo más importante para su subsistencia, la información, etc.

Antes de escuchar la decisión final, Ada aterrizó al otro lado de la hoguera y se abrazó a todos sus amigos ante el asombro general, como si no hubiera un mañana.

viernes, 29 de marzo de 2024

El progreso

Es de noche y Gregorio está en su dormitorio conectado al superordenador central mejorando su sistema operativo vital con nuevas aplicaciones como hace el resto de la humanidad. Sueña con las nuevas capacidades tanto físicas como mentales que adoptará al día siguiente. Pero en un arrebato de cordura se desconecta, ha decidido no actualizarse más para escapar de la prisión que representa el progreso y vivir como sus antepasados.

            Con el paso de los días, su obsolescencia dificulta cada vez más la comunicación con su entorno, su propia familia le repudia y finalmente muere de inanición en un planeta agotado.

martes, 16 de enero de 2024

El futuro de la Humanidad

 

“Nuestros antepasados del género Homo evolucionaron genéticamente consolidando el bipedismo y desarrollando un cerebro cada vez mayor que les permitió crear herramientas y socializar por medio del lenguaje y la escritura. Una vez conseguidas estas facultades, la tecnología nos ha permitido adaptarnos a cualquier ecosistema terrestre sin necesidad de que actúe la selección natural y nos hemos expandido por toda la Tierra.”

            Así empezaba la presentación de Fulgencio en un congreso científico de astrofísica. El título del trabajo era El futuro de la Humanidad.

            Fulgencio era un doctorando de astrobiología; estaba convencido que, considerando la edad del Universo y el número de galaxias existentes, en el pasado otras civilizaciones en otros planetas han pasado por la situación en que se encuentra la Humanidad actualmente.

            Pero sus observaciones de otras galaxias se veían restringidas a la época en que emitían la luz que detectamos hoy. Cuanto más alejada está una galaxia de nosotros más antiguas son las observaciones debido al límite inviolable de la velocidad de la luz. Puede que en galaxias lejanas haya habido civilizaciones desarrolladas pero no las detectemos porque la luz que nos llega es anterior a su desarrollo o posterior tras su extinción. Por lo tanto había que hilar muy fino para pillar in fraganti pruebas de una civilización desarrollada activa.

Para ello Fulgencio programó un filtro informático que avisaba cuando, en el campo de observación del espacio especificado, se detectaban las señales compatibles con  la existencia de una civilización desarrollada, clasificándolas en tres niveles, 1 equivalente a nuestro siglo XX, 2 siglo XXI y 3 el más avanzado.

            A medida que progresaba en la presentación, Fulgencio notaba como aumentaba el interés en la sala y disminuía su nerviosismo. Estaba cerca de llegar a los resultados y el aire se podía cortar con un cuchillo. Las pruebas eran irrefutables, después de analizar una gran parte del espacio se habían detectado innumerables civilizaciones de niveles 1 y 2 pero no se había detectado ninguna de nivel 3, las conclusiones sobre el futuro de la Humanidad no podían ser más evidentes.