Saturnino
es relojero, le gusta coleccionar relojes y está convencido de que el tiempo es
la consecuencia de su funcionamiento. Cuando percibe que está teniendo una
racha de mala suerte se cambia de reloj para que ésta cambie, no siempre lo
consigue, pero no deja de intentarlo.
Saturnino
sabe que al cambiar de reloj está cambiando de Universo. El futuro es
probabilístico, si lanzas una moneda al aire hay un cincuenta por ciento de
probabilidades que caiga cara y otro cincuenta por ciento que caiga cruz, en el
momento del lanzamiento de la moneda se abre la posibilidad de vivir en el
Universo en que sale cara o en el Universo que sale cruz.
La
consciencia, capacidad del ser humano que nos permite saber que existimos, ante
un accidente mortal inminente escapa al Universo que probabilísticamente no
tiene lugar dicho accidente. Todos hemos tenido experiencias límite y nos hemos
librado de la tragedia por los pelos. El motivo de que lo podamos contar es que
nuestra consciencia ha saltado a un Universo en el que no se ha dado la
circunstancia fatal por muy poco probable que fuera. De esta forma vamos surfeando por el Multiverso. Una forma
de viajar a otros Universos es mediante los sueños donde podemos contactar con
familiares y conocidos que ya no existen en nuestro Universo pero si en otros
Universos donde han saltado sus consciencias.
Saturnino
viene de una mala racha y como en él es costumbre ha decidido cambiarse de
reloj para ver si en un nuevo Universo tiene más suerte, esta vez el cambio lo
realiza en el trayecto al trabajo que hace como cada día en taxi. Lo último que
vio él y su consciencia fue el camión que les embistió.