viernes, 14 de mayo de 2021

La flecha del tiempo

Rodolfo y Valentina son pareja. Se conocieron en Barcelona de estudiantes, ella física teórica y él dirección de cine. Después de un tiempo trabajando en Londres regresaron a Barcelona para desarrollar una idea que les obsesionaba. Fabricar un dispositivo que partiendo de una fotografía reprodujera en una película los instantes anteriores al momento en que se capta dicha imagen. Para ello era necesaria la participación del ordenador cuántico Mare Nostrum V ubicado en el Barcelona Supercomputing Center.

            El proceso es sencillo de explicar pero requiere de alta tecnología y de cálculos muy complejos para llevarlo a cabo. Se parte de la imagen inicial tomada por  un escáner con una resolución a nivel atómico para luego procesar todos los datos disminuyendo la entropía (revertir la flecha del tiempo) hasta obtener algo similar a una película de cine visionada al revés.

            Los experimentos los realizaban en el garaje de la casa de Montjuic donde vivían. Allí montaron el escáner después de múltiples intentos para conseguir la resolución deseada. Las pruebas consistían en escanear un vaso hecho añicos para luego, con los datos obtenidos y almacenados en un pendrive, ejecutar en el superordenador cuántico un programa especialmente diseñado por Valentina y ver como se recomponía el vaso a su estado original.

            Recuerdo el día en que consiguieron su objetivo. El superordenador tardó milésimas de segundo en dar los resultados correctos, vieron en una pantalla cómo se rehacía el vaso. La excitación que provocó fue tan grande que olvidaron parar el programa y continuó en marcha todo el fin de semana.

            El lunes siguiente, cuando volvieron al Centro nacional de Supercomputación, les estaban esperando unos individuos que decían ser del Vaticano, habían confiscado el programa y preguntaban por el escáner. Parece ser que al estar el programa funcionando tanto tiempo, las imágenes habían retrocedido a lo sucedido hace 2000 años.